Ya todos conocemos los múltiples beneficios de este ejercicio, y muchas veces es considerado como el mejor. Sin duda es muy completo al trabajar todo el cuerpo, y la disminución de la fuerza de gravedad, nos permite trabajar con poca carga articular, lo cual beneficia a músculos, articulaciones o ligamentos. Por ese motivo, sorprende cuando personas que lo practican acuden a la consulta por problemas en su deporte. Lo primero es repasar osteopáticamente la movilidad de los diferentes tejidos y corregir donde sea necesario. Pero también es necesario revisar su entrenamiento, en la cual se suelen encontrar estos descuidos:
- Falta de calentamiento antes de comenzar. Hay que dedicar 5 o 10 minutos en movilizar el cuerpo y un poco de estiramiento.
- Fallos en la técnica. A veces es necesario empezar con monitor o repasar los diferentes movimientos para no coger malos hábitos. Es muy frecuente, por ejemplo, girar la cabeza en crawl sólo hacia un lado, y eso sobrecarga mucho la región cérvico – dorsal.
- Mala combinación de estilos. De forma general, recomiendo 45% crawl, 45% espalda y 10% braza (variable en función de las características de la persona).
- Falta de estiramiento al finalizar. Importante dedicar 10 minutos con diferentes estiramientos de muñeca, codo, hombro, cuello, espalda y piernas. Se podría hacer al llegar a casa si el cuerpo no se ha enfriado.